Hoy celebramos el día de San Fernando, patrón de Sevilla. cuyo cuerpo incorrupto se conserva en la capilla Real de la catedral. Canonizado el 7 de febrero de 1671 por el Papa Clemente X, el cabildo catedralicio celebró fiestas en su nombre, adornándose el templo metropolitano para estos fastos y levantándose monumentales arquitecturas efímeras. Como recuerdo de ello, encargó a Fernando de la Torre Farfán un libro, el famoso «Fiestas de la Santa Iglesia Metropolitana y Patriarcal de Sevilla al nuevo culto del señor Rey S. Fernando», uno de las más bellas ediciones del barroco español. El libro contó con 21 grabados de Matías de Arteaga y Juan de Valdés Leal con la colaboración de Francisco de Arteaga, Lucas Valdés y Luisa de Morales. Aquí os presento alguno de ellos.
«Este libro culmina felizmente la larga trayectoria de investigación de su autor, Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, sobre la arquitectura palacial sevillana, iniciada tempranamente en 1977 con “Palacio de las Dueñas” y “Colección Osuna”, en Museos de Sevilla. Patrimonio Nacional, y continuada a lo largo de varias décadas, fruto de su intensa investigación documental de archivo y de estricto análisis formal en el contexto de la evolución histórica de la arquitectura civil bajoandaluza. Muestra de ello fueron: El Palacio de San Telmo (1991); El Palacio Arzobispal de Sevilla (1997); El Palacio de las Dueñas y las casas-palacio sevillanas del siglo XVI (2003); La Casa de Jerónimo Pinelo, sede de las Reales Academias Sevillanas de Buenas Letras y de Bellas Artes (2006); o “Mármoles de talleres genoveses en las Casas-palacio de Andalucía occidental en el siglo XVI”, en Creación artística y mecenazgo en el desarrollo cultural del Mediterráneo en la Edad Moderna (2011). Temática que difunde en los Cursos de Doctorado y Master de la Hispalense. En esta ocasión, se aborda por primera vez el estudio integral de las casas-palacio sevillanas, logrando dar una visión de conjunto que faltaba, pues abarca desde la casa medieval a la barroca. Analizando documental y formalmente quince edificios, que desmenuza pormenorizadamente, el libro parte de una Introducción, donde realiza una valoración bibliográfica sobre esta temática desde el s. XIX al XX, para luego estructurarse en tres apartados: la casa-palacial medieval, la casa-palacial renacentista y la casa-palacial barroca. Antes de estudiarlas, las enmarca convenientemente en la Sevilla del momento, para lo que describe de forma general cómo evoluciona la ciudad en cada uno de esos periodos, abarcando la estructura social, con especial interés en la aristocracia y clases dirigentes, a las que iban destinadas estas viviendas, pero sin descuidar los rasgos económicos, demográficos u otros generales, para luego incidir más abundantemente en la arquitectura y el urbanismo del que estos inmuebles formaban parte. De gran interés son los caracteres generales que resalta de la tipología de casa-palacio de cada una de esas etapas (medieval, renacentista y barroca), fruto de su conocimiento y capacidad de síntesis, para luego pasar a estudiar concienzudamente cada ejemplo, donde tienen cabida los materiales constructivos, planta, fachadas, torres, patios, escaleras, salones, cubiertas, jardines, y la decoración (pinturas, yeserías, escudos nobiliarios, enlucido…), todo enmarcado por la historia de su proceso constructivo, con los diferentes mecenas, dueños y usos que el inmueble ha tenido a lo largo de su historia. De época medieval se estudian cuatro casas, partiendo del Palacio mudéjar de Pedro I en el Alcázar, verdadero ejemplo para la arquitectura doméstica palacial hasta bien entrada la modernidad, seguida del Palacio de Altamira, la Casa del Rey Moro y Palacio de los Marqueses de la Algaba. Observa cómo son de uno o dos pisos, faltos de uniformidad y simetría, tanto en planta como alzados, de fábrica de tapial, ladrillo enlucido o agramilado, cubiertas con armaduras de madera y abovedadas las capillas, de fuerte introspección, con pocos huecos al exterior y asimétricos, aspecto laberíntico, y una organización que desde la casa-puerta conducía a establos, cochera, bodega y a la planta alta, como zona noble. Espacio ordenador resulta el patio principal, con acceso en recodo con dos o más galerías sobre pilares de ladrillos achaflanados, de arcos entre semicírculo y apuntados en el inferior y rebajados o angrelados en el superior.
De la etapa renacentista estudia cinco inmuebles: la Casa de Pilatos, el Palacio de la Dueñas, la Casa Almansa (Mañara), la Casa de Jerónimo Pinelo y el Alcázar renacentista. Concluye que no son realizadas bajo un concepto unitario, sino fruto de remodelaciones a lo largo de varios siglos, resolviendo la manifiesta complejidad de la que hacen gala. Partiendo de la casa-mudéjar, y de nuevo con los ojos puestos en la renovación renacentista de los Reales Alcázares, estas casas se abren al exterior con fachadas trazadas con mayor simetría, destacando el uso de mármoles, tanto para la portada de ingreso, descentrada, como para las pandas de columnas del patio claustrado, que sustituyen los viejos pilares de ladrillo, sostenedores de arcos peraltados en planta baja y escarzanos en la alta. Sus salas, rectangulares (palacios) y cuadradas (cuadras) se cubren con armaduras (de artesones o alfarjes con motivos geométricos de lacería y paños de mocárabes), y no suele faltar el gran volumen de la caja de escalera de tipo claustral de un tiro. La decoración es a base de yeserías, azulejos de arista de cerámica vidriada, blasones heráldicos y pinturas murales de temática geométrica y humanista. Seis son las casas-barrocas elegidas: Palacio Arzobispal; Museo-palacio de la Condesa de Lebrija; Casa Bucarelli (Santa Coloma); Casa de los Villa, Casa del Almirante López-Pintado (Villapanés); y Casa de Benito del Campo. Resultan en su mayoría casas prexistentes, que se renuevan, acercando la zona residencial más a la calle, a la crujía de fachada. Suelen presentar fachadas de dos plantas y, a veces, ático; portada de rica ornamentación con balcón sobrevolado con guardapolvo; gran número de vanos al exterior articulados por pilastras; una torre-mirador en ángulo; decoración de esgrafiados y pinturas murales geométricas; patios con arquerías semicirculares en ambas plantas, o cerradas en la superior con balcones entre pilastras; bóvedas de yeserías, etc. El aparato científico se refleja en una amplia bibliografía consultada. Todo ello con una redacción amena, magníficamente ilustrada con más de 230 fotografías a color de gran calidad y de estética muy lograda, fruto de la labor de Juan Pablo Navarro, en el contexto de una novedosa edición, diseñada por Maratania, con amplios pies de fotos que permiten desarrollar con su simple lectura una visión paralela de la obra. Su amplio formato (30 x 34 cm) y su encuadernación en Tamposer (cartoné fotográfico) enmarcan convenientemente la obra.
En definitiva, estamos ante un libro novedoso por lograr una visión general de la tipología de la Casa-palacio sevillana, basada en una amplia experiencia de investigación y publicación al respecto de su autor, que puede resultar de interés al investigador, por su texto científico, y al público en general, por sus amplios resúmenes y abundante reportaje fotográfico.
FERNANDO CRUZ ISIDORO Universidad de Sevilla
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Desde esta aquí, sólo me queda dar las gracias públicas al profesor Cruz Isidoro por esta completa reseña.
♦ Mi amigo y cliente Enrique Lobo me ha enviado una foto de Sevilla, Ciudad y Provincia que está en las oficinas de Abengoa en California.
Debo reconocer mi curiosidad por saber quién tiene libros que he publicado conMaratania. En ellos, aparte de editor, puedo ser autor de textos o fotografías, maquetador o diseñador o, incluso, todas o varias de esas cosas a la vez. Son, cada uno de ellos, algo de mí que adquiere vida propia.
Sé que personas tan conocidas como las Koplowitz, Rodrigo Rato, Romano Prodi o el mismísimo Tom Cruise tienen libros míos. Sé que hay libros de Maratania repartidos por los sitios más insospechados y que se regalan a personalidades de todo el mundo para conseguir congresos para nuestra ciudad. Me llena de alegría cada vez que alguien que conozco me cuenta que ha comprado Sevilla 360º o Casas Sevillanasaunque mi indisimulada timidez me haga mostrarme casi indiferente. Evidentemente, la revista El Caballo Español, que yo diseño y maqueto, llega a numerosos países. Otras cosas se quedan en un ámbito más cercano. Pero todas han nacido de la ilusión y espero que algo de ella reciba quien las acoge.
Escribo esto porque mi amigo y cliente Enrique Lobo, que a través de su empresa Codexsa ha colaborado tanto con Maratania, me ha enviado una foto de Sevilla, Ciudad y Provincia que está en las oficinas de Abengoa en California. Sobre él, un pequeño cartelito pone que no se lo lleven de la oficina (imagino que allí a esos cartelitos se les hace caso). Me ha encantado que la sevillana Abengoa, que está construyendo la planta termosolar más grande del mundo en California, haya elegido este librito nuestro para enseñar nuestra bella ciudad allá en América.
Y aunque cuando haces algo, casi de inmediato se te hace la idea de que no es obra tuya, de que no has sido tú, estos pequeños descubrimientos te llenan de satisfacción y te ayudan a recobrar el aliento para seguir poniendo a prueba tu arrojo y tu imaginación.
Portada de Casas Sevillanas desde la Edad Media al Barroco con textos de Teodoro Falcón
♦ Con Casas Sevillanas desde la Edad Media hasta el Barroco, Maratania nos introduce en las más exquisitas mansiones de la ciudad, presentes solamente en nuestra memoria a través de sus fachadas, y que ahora se nos abren para nuestro disfrute.
Por fin hemos publicado Casas Sevillanas desde la Edad Media hasta el Barroco, un libro de gran formato que por primera vez aborda de forma integral el estudio de las casas-palacio sevillanas. Los textos son de Teodoro Falcón, catedrático de Arte de la Universidad de Sevilla; quizá el más relevante conocedor de la arquitectura sevillana. Lo acompañan una selecta y amplia colección de imágenes, además de antiguas ilustraciones que nos retrotraen al pasado histórico de Sevilla.
El libro tiene su origen en mi juventud, en los 70 y 80, cuando en mi casa se recibían los extraordinarios libros que Javier Benjumea publicaba a través de su fundación FOCUS-Abengoa y comprendí la rotunda belleza de los libros de gran formato. A ello se unió la adquisición de libros como la colección de bolsillo de la Universidad de Sevilla o, de manera más cercana, Arquitectura Civil Sevillana (Collantes de Terán y Gómez Estern) y Cien Edificios de Sevilla (Vázquez Consuegra) que me enseñaron a amar y, por tanto sufrir, a nuestra ciudad de Sevilla. De entonces nació mi vocación de editor y la certidumbre de que debíamos conocer Sevilla para preservarla y luchar contra su lenta destrucción originada por la pobreza económica, la avaricia y la soberbia ignorancia.
El libro cuenta con tres apartados: la casa-palacio medieval, la renacentista y la barroca. En cada uno de ellos se analiza cómo era la ciudad en cada período; su estructura social, así como rasgos económicos, demográficos y causas generales que, de alguna forma, influyeron en su caserío. De forma monográfica se hace un análisis pormenorizado de quince edificios. A su vez, el tratamiento gráfico y la maquetación suponen una manera, en nuestra opinión, nueva de tratar el libro de gran formato, acercando con humildad el contenido a cualquier lector curioso.
Así, con Casas Sevillanas desde la Edad Media hasta el Barroco, Maratania nos introduce en las más exquisitas mansiones de la ciudad, presentes solamente en nuestra memoria a través de sus fachadas, y que ahora se nos abren para nuestro disfrute.
Ciertamente es una tarea riesgosa, no solo por la situación económica general, sino por la propia del mundo editorial. Vivimos una coyuntura nueva en la que no sabemos si persistirán las librerías, si siquiera existirá el libro en papel o cómo evolucionará todo. Pero, de alguna manera, entendíamos que era un ahora o nunca y que era necesario arriesgarse y publicarlo con esta excelente presentación. Ojalá nuestra iniciativa influya, al menos algo, para que Sevilla siga disfrutando de lo que nos legaron nuestros mayores. Esperemos que los lectores, sevillanos o no, así lo refrenden.
Textos: Teodoro Falcón
Fotografías: Juan Pablo Navarro
Diseño: Maratania Tamaño papel: 24 * 30 cm Nº Páginas: 160 Encuadernado: Cartoné cosido con hilo encuadernado al cromo.
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Índice de la Obra 6 Introducción 10 LA CASA MEDIEVAL 12 La ciudad en la Edad Media 20 Las casas 24 El Palacio de Pedro I 32 La Casa de Altamira 38 La Casa del Rey Moro 42 La Casa de los Marqueses de La Algaba 50 LA CASA RENACENTISTA 52 La ciudad en el siglo XVI 56 Las casas 64 La Casa de Pilatos 82 El Palacio de las Dueñas 94 La Casa Almansa (Mañara) 100 La Casa de Jerónimo Pinelo 106 El Alcázar Renacentista 112 LA CASA DEL BARROCO 114 La ciudad en los siglos XVII y XVIII 118 Las casas 124 El Palacio Arzobispal 134 La Casa de la Condesa de Lebrija 138 La Casa de los Bucarelli 146 La Casa de los Villa 148 La Casa del Almirante López-Pintado 154 La Casa de don Benito del Campo —————————
Siempre hemos apostado por libros de gran calidad gráfica acompañados por textos que nos presenten una visión completa de la ciudad: la historia, el arte, los barrios, los personajes… Siempre de un modo grato.