Encontrar un pez en una cueva – 11
Situada a 650 m. de altitud en el término de Benaoján (Málaga), la cueva fue descubierta en 1905 por un campesino, José Bullón, y desde entonces ha sido conservada por sus descendientes. La llamó cueva de los Letreros (por las grafías que observó) para posteriormente denominarse con el nombre del cerro donde se encuentra. Su interior acoge el mayor conjunto de arte paleolítico del Mediterráneo, siendo las pinturas más antiguas datadas en el 30000 A.C. Representan a más de 80 especies de animales. En la cueva se encuentran también la más numerosa obra de pinturas esquemáticas del postpaleolítico en cueva de Europa. En la cueva apareció un pequeño ídolo femenino de cerámica, que mide 6 cm. y que pertenece a la Edad del Bronce, conocido como la Venus de Benaoján.
Pero es el gran Pez el que acapara todo el protagonismo. Se descubre en una gran sala de 60m por 15 y 30. Sorprende por la rareza de este motivo en el arte rupestre y, sobre todo por su gran tamaño (1,5m.). Su aspecto es similar al del lenguado y podría ser el dibujo más antiguo de esta especie. En su interior hay dibujada una foca. Dibujos de peces pueden encontrarse también en otras cuevas malagueñas como la cueva de Ardales o la de Nerja (Málaga). Estas cuevas debían usarse estacionalmente por grupos de cazadores-recolectores y muestran el desarrollo de la pesca durante el llamado complejo solutrense en torno al 22.000-15.000 A.C.