Nuestro querido amigo Javier Torres nos regala este artículo en La Caja Cofrade sobre «Montañés. Juan Martínez Montañés y su obra sevillana». ¡Muchas gracias, Javier!

Un libro imprescindible que cuenta con los textos de Manuel Jesús Roldán y las imágenes de Fran Silva.
Es este el único libro que habita mi biblioteca de temas sevillanos, y cofrades en particular, por partida doble. Lo hace en dos tamaños, uno enciclopédico y otro, digamos, de bolsillo, sin menoscabo del segundo respecto al primero. Opción comercial, económica, sentimental y, sobre todo, práctica. Ya sabemos que el tamaño no es lo que más importa y no es esta una excepción. Diría más, se facilita con la iniciativa editorial el acceso a una obra esencial que todo sevillano (y foráneo) debería incorporar a su colección de tesoros (tesoros grandes en formato pequeño). No hay excusa, no. Ninguna.
La editorial Maratania se adapta a los tiempos y a los bolsillos volviendo a lanzar una de sus obras más significativas, en la que el autor realiza un recorrido por la biografía y obra del insigne imaginero, centrándose, como no podía ser de oro modo, en su obra sevillana. No se trata de un códice único y universal, pues muchos son los tratados dedicados al “Dios de la Madera”, pero la inspiración teológica y la idiosincrasia del personaje quedan reflejados como nunca sobre el papel satinado.
Qué duda cabe de que se trata de una abra completa, interesante de principio a fin, con prólogo a modo de biografía en el que se puede subrayar como importante casi cada palabra, preludio necesario para el análisis de sus obras, de su legado, comenzando con su abordaje de la figura del Niño Jesús, las de Santa Ana y La Virgen, La de Jesús de la Pasión o la del Mismo Cristo de la Clemencia.
El modo de abordar cada pasaje resulta sumamente didáctico y e incita a la lectura e incluso al estudio, una disciplina en la que muchos nos embarcamos con el propósito de promulgar y fortalecer nuestra cultura sevillanía. La iconografía no resulta espectadora del derroche literario enfocado al análisis y participa activamente en el encuentro necesario con la descripción con la que marida, creando el clima necesario de una milagrosa conjunción de acontecimientos reminiscentes de literatura historicista cuando no de tratado perfectamente flexible a las necesidades educativas de un pueblo culto y sabio en devociones.
El libro puede perfectamente servir de guía para comenzar rutas de ensueño no solo por Sevilla sino por sus alrededores, siendo la localidad sevillana de El Pedroso y Santiponce los destinos más aconsejables para formarse extramuros. El manual dicta sentencia sobre obras que son analizadas desde el punto de vista estético y hagiográfico, conduciendo al delirio y ayudando a no pasar por alto detalles que se encuentran tatuados en cada talla, en cada muesca de la madera moldeada al único fin para el que la gubia realizó su cometido.
Cuadros sinópticos, pies de página integrados en el texto y el grácil vuelo de las páginas que, como alas de pájaro baten al ritmo de las emociones a través de un sinfín de capítulos de lectura independiente que impiden caer en el tedio o en la pérdida de unidad de un amigo literario que llega para quedarse.
Recomiendo a todos cuantos esta reseña lean, que acudan prestos a su librería de confianza y se hagan con uno o varios ejemplares (un buen objeto de regalo, sin duda) y que amenicen sus noches de espera de la forma más dulce y entretenida. Montañés, ciclotímico, está de buen humor y esa circunstancia hay que saber aprovecharla.