Esta es mi nueva tarjeta de visita o, mejor dicho, mi nueva tarjeta comercial, ya que la costumbre social de entregar una tarjeta para anunciar una visita está ya en desuso.
Posiblemente tuvieron su origen en la Francia del XVII y en ella aparecía el nombre y, si acaso, la dirección. En el XIX, el fotógrafo, André Adolphe Eugène Disdéri, tuvo la idea de incluir una foto en ésta, convirtiéndose en un medio muy popular. De Inglaterra, como era de esperar, viene la idea de utilizarlas como “tradecard”, como tarjetas de comercio. Actualmente, encontramos una gran variedad de formatos y contenido.
Por otro lado, la tarjeta no deja de tener una mirada apasionante si pensamos que, detrás de este pequeño objeto, habrá personas nuevas a las que conocerás, caminos nuevos que recorrerás, noes y síes. ¿Qué me traerán estas?
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