El patio de las Muñecas es el modelo del patio sevillano. Alrededor de aquel se encontraban las estancias domésticas del Alcazar y, por eso, no extrañan sus pequeños dimensiones, su carácter recoleto, su luz matizada que mueve al descanso y a la tranquila charla. Los nobles sevillanos imitaron este modelo en sus mansiones y lo herederó la casa-patio del XIX.
Sin duda, entre los palacios sevillanos, el que en mayor medida lo imita es la casa de Altamira, cuyo origen se remonta al siglo XIV con Diego López de Stúñiga, justicia mayor de Castilla y León y co-regente durante las minorías de edad de Enrique III y Juan II. Diversas estancias se inspiran en el salón de Embajadores, en el patio de las Doncellas y, por supuesto, en el patio de las Muñecas., siendo su llamado patio de los Azulejos un trasunto de éste.