Casas Sevillanas desde la Edad Media hasta el Barroco. Un libro que nos abre las más exquisitas mansiones de Sevilla
Sin duda, los que han tenido más importancia para Maratania como empresa han sido los artículos relacionados con la edición de nuestro exitoso libro con textos de Teodoro Falcón: La Casa Sevillana desde la Edad Media hasta el Barroco. De ellos, el más importante lo tenéis enlazado aquí.
Os recuerdo que desde septiembre publico El Archivo de Pasión de Francisco Navarro Sánchez del Campo en donde voy publicando la extensa colección que mi padre recopiló sobre la Hermandad de Pasión. Por otro lado, los artículos de temática religiosa los publico en Una Mirada en el Tiempo.
Así que espero que os siga gustando esta Bitácora y que dentro de poco más de 50 semanas podamos celebrar los 200. Muchas gracias a todos.
♦ Esta obra del francés Chantigny, erigida en 1831 para una plaza de Barcelona, está hoy día arrumbada en el convento de Santa Clara.
En el artículo sobre la Torre de don Fadrique incluí la foto en la que aparece esta excelente estatua de Fernando VII. Se conserva en el convento de Santa Clara desde 1931 en lo que fue, desde principios del siglo XX, Museo Arqueológico Municipal. Esta obra del francés Pierre-Joseph Chardigny (1794-1866) se erigió en la barcelonesa plaza del Palau, encargado por el capitán general de Cataluña, Roger-Bernard-Charles d’Espagne de Ramefor, conde de España, donde permaneció hasta que fue derribado en la bullanga de 1835.
La estatua de Fernando VII en los jardines de San Telmo
Su azarosa historia continuaría en 1840 cuando la estatua acompañó al exilio a la Reina Regente María Cristina. Permaneció en París hasta 1861 cuando Napoleón III se la envía a la infanta María Luisa Fernanda para que adorne los jardines de su palacio de San Telmo. De nuevo, tras la Revolución de 1868, la estatua estuvo en distintos lugares de lo que es hoy día el parque de Maria Luisa hasta que, como hemos comentado, en 1931 se traladó a Santa Clara, perdiéndose las manos y el sable.
La obra de Chardigny representa de manera colosal a un Fernando VII ataviado de militar, cubierto por una capa de armiño y coronado con una corona de laurel. Es curioso el destino de esta obra ideada para presidir una plaza a la vista de todos en Barcelona y que acaba en Sevilla arrumbada y oculta a la vista como mercancia de poco valor. Es cosa de la importancia de los símbolos que superan en nuestro mirar al objeto en que se alojan; aunque no lo duden, si pueden, véanla.
A este bello Cupido renacentista tuve la suerte de fotografiarlo en La Casa de Algaba cuando hacía fotos para nuestro libro Casas Sevillanas. Lo descubrí en uno de los despachos y me encantó. En ese momento no caí en la cuenta de que este motivo aparecía reiteradamente en el friso que recorre la sala alta del torreón. El libro El Palacio de los Marqueses de la Algaba de Oliver y Pleguezuelo me ha permitido caer en la cuenta de ello. Traigo aquí las fotos de este erote y del friso que hice en aquella visita.
♦ Mi amigo y cliente Enrique Lobo me ha enviado una foto de Sevilla, Ciudad y Provincia que está en las oficinas de Abengoa en California. Debo reconocer mi curiosidad por saber quién tiene libros que he publicado conMaratania. En ellos, aparte de editor, puedo ser autor de textos o fotografías, maquetador o diseñador o, incluso, todas o varias de esas cosas a la vez. Son, cada uno de ellos, algo de mí que adquiere vida propia. Sé que personas tan conocidas como las Koplowitz, Rodrigo Rato, Romano Prodi o el mismísimo Tom Cruise tienen libros míos. Sé que hay libros de Maratania repartidos por los sitios más insospechados y que se regalan a personalidades de todo el mundo para conseguir congresos para nuestra ciudad. Me llena de alegría cada vez que alguien que conozco me cuenta que ha comprado Sevilla 360º o Casas Sevillanasaunque mi indisimulada timidez me haga mostrarme casi indiferente. Evidentemente, la revista El Caballo Español, que yo diseño y maqueto, llega a numerosos países. Otras cosas se quedan en un ámbito más cercano. Pero todas han nacido de la ilusión y espero que algo de ella reciba quien las acoge.
Escribo esto porque mi amigo y cliente Enrique Lobo, que a través de su empresa Codexsa ha colaborado tanto con Maratania, me ha enviado una foto de Sevilla, Ciudad y Provincia que está en las oficinas de Abengoa en California. Sobre él, un pequeño cartelito pone que no se lo lleven de la oficina (imagino que allí a esos cartelitos se les hace caso). Me ha encantado que la sevillana Abengoa, que está construyendo la planta termosolar más grande del mundo en California, haya elegido este librito nuestro para enseñar nuestra bella ciudad allá en América.
Y aunque cuando haces algo, casi de inmediato se te hace la idea de que no es obra tuya, de que no has sido tú, estos pequeños descubrimientos te llenan de satisfacción y te ayudan a recobrar el aliento para seguir poniendo a prueba tu arrojo y tu imaginación.
La torre de don Fadrique me evoca a mi infancia en el barrio de San Vicente. Su estampa huidiza me incitaba a buscarla entre las calles o a encontrarla certeremente desde la azotea de mi casa. Y me trae a la memoria a mi padre, médico durante largos años de las monjas del convento de Santa Clara donde se hospeda la torre.
Mi recuerdo más reciente lo debo a la edición de Casas Sevilanas.Durante toda una mañana tuve la oportunidad de retratarla, de recorrerla e, incluso, de entrar y subir por sus ruinosas escaleras y disfrutar de la Sevilla que se asomaba a su balcón con el sol en el levante camino del mediodía.
Sólo cuatro años habían pasado desde la Reconquista de Sevilla, cuando, en 1252, el infante don Fadrique, hijo de Fernando III, la mandó construir como torre exenta de su palacio. Bien sabréis que en 1277, su hermano, Alfonso X, ordenó su ejecución acusandolo de conspirar para derrocarlo. Y, así, la vida sigue igual, seguimos construyendo torres altas y conspirando por nuestras causas y luego ¡zas! todo acabó.
♦ En Mayo se inaugurará en Santa Clara la exposición «Santas de Zurbarán: Devoción y Persuasión». Como aperitivo, me acerqué al Museo de Bellas Artes para contemplar las que posee nuestra pinacoteca de su taller. La exposición organizada por el ICAS (Instituto de la Cultura y de las Artes del Ayuntamiento de Sevilla) comisariada por Benito Navarrete Prieto va a poner de moda a las santas pintadas por Zurbarán. En ellas podemos contemplar la espiritualidad de Zurbarán que representa incruentamente a todas estas santas mártires y, por otro lado, descubrir una espléndida galería de retratos de mujeres de su época. Pero, también, llama la atención los espléndidos ropajes con los que el artista viste a estas mujeres. Precisamente, este es el aspecto que va a ser el móvil principal de esta exposición, ya que distintos diseñadores van a inspirarse en ellos para crear trajes desde nuestra visión contemporánea: Elio Berhanyer, Ágatha Ruiz de la Prada, Devota y Lomba, Francis Montesinos, Ángel Schelesser, Juan Duyos, Pedro Moreno, Ana Locking, Roberto Torreta, Hanníbal Laguna, Vittorio y Lucchino; así como, diseñadores formados en la Cátedra de Elio Berhanyer.
Las Santas vírgenes que estarán expuestas han sido ofrecidas para la ocasión por The National Gallery de Londres, el Museo del Prado, el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, el Museo de Bellas Artes de Sevilla, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, la Colección Masaveu de Oviedo, el Musei di Strada Nuova, Palazzo Bianco de Génova y el Museo Carmen Thyssen de Málaga.
Como no será hasta mayo cuando la podamos ver en el convento de Santa Clara, el sábado pasado me acerqué para ver las santas que tenemos en el museo de Bellas Artes, obras probablemente de su taller con alguna colaboración del propio Zurbarán. Aquí os dejo algunas imágenes de sus espléndidos paños.
Santa Margarita de Antioquía – National Gallery, Londres
♦ «Obras de arte, libros, objetos hechos por artistas… el contenido de La Fragata Azul tiene, por encima de todo, creatividad» Hoy ha abierto en Sevilla la La Fragata Azul: «nace como un pequeño espacio cultural que, de la mano del Blog Cultura de Sevilla,quiere ofrecer una programación variada de actividades culturales. Además, es un lugar donde poder consumir cultura. Obras de arte, libros, objetos hechos por artistas… el contenido de La Fragata Azul tiene, por encima de todo, creatividad.» Así define Sergio Harillo su iniciativa. Como editor, preocupado ¿cómo no? por la crisis económica y editorial en particular, no puedo estar más que ilusionado por iniciativas como ésta. Desde el 2008, ha descendido un 40% la venta de libros en España. La consecuencia es manifiesta: multitud de librerías desaparecen En el otro lado de la balanza, librerías como La Central, que en sus sedes de Barcelona y Madrid ofrecen libros, actividades en torno al mundo del libro, como presentaciones de libros con asistencia del autores, encuentros y coloquios, grupos de lectura, talleres y cursos, concursos, exposiciones, etc. y ¡¡¡cafetería, restaurante y bar de copas!!!, parecen sortear mejor que bien esta infausta época. En mi caso, Maratania lo contemplo de igual manera, no sólo edito libros, también los hago para otros y maqueto y diseño revistas o folletos, fotografío, escribo o lo que se tercie y, cada vez más,me adentraré en el entorno digital que nos ofrece internet, teléfonos y tabletas. ¡Lo que haga falta, oíga!
Nuestro libro, Sevilla 360º, en el escaparate de La Fragata Azul
A Sergio Harillo. hijo de Javier Harillo, ex director general de la Fundación Lara, lo conocí hace años cuando pasó por mi local. Ya entonces, intuí una actitud inquieta y luchadora. Por eso no me extrañó cuando me enteré de que era el conductor de una de las mejores bitácoras culturales de Sevilla, la ya mencionada Blog Cultura de Sevilla, y menos me extraña que esté detrás de esta aventurera Fragata Azul.
La casualidad ha hecho que hoy estuviese por el centro promocionando nuestro libro Casas Sevillanas, desde la Edad Media hasta el Barroco y que, recordando que Fragata Azul iba a abrir por donde caminaba, me acerqué a Francisco Carrión Mejías, 5, y allí estaba, con nuestro libro Sevilla 360º en el primer lugar del escaparate, entré y me convertí en el primer cliente: compré, por sólo 20€, un reloj con un jovial dibujo de Antonio Álvarez Gordillo. Así que os invito a la Fragata Azul y espero que de aquí salga, como mínimo, una naviera.
♦ La tercera sinfonía, escrita para orquesta y soprano, es llamada también de las lamentaciones, ya que sus tres movimientos son, cada uno, un lamento de una mujer. «Mamá, mamá… No llores por mí», esta inscripción grabada en una pared de una prisión de la Gestapo en Zakopane (Polonia) fascinó al compositor polaco Henryk Górecki (1933-2010) y le llevó a crear su honda Tercera Sinfonía (Opus 36).Desde que la escuché en el muy recomendable programa en Radio Clásica de Luis Ángel de Benito, Música y Significado, la escucho absorto.
La música me acompaña durante muchas horas del día; mis gustos son amplios, desde Bill Haley a The National, pasando por Joy Divsion o Radio Futura y, ¿cómo no?, la música clásica, especialmente la Barroca. Sin embargo, la música culta contemporánea se me hace seca e insufrible, un jardín de cactus. Por eso, como comentaba en Messiaen, un oasis para empezar a beber la música contemporánea, me alegran estos descubrimientos. La tercera sinfonía, obra de 1976. escrita para orquesta y soprano, es llamada también de las lamentaciones, ya que sus tres movimientos son, cada uno, un lamento de una mujer. El primero es el de la Virgen María por la muerte de su Hijo, el segundo el de una hija encarcelada por la Gestapo a su madre, el tercero el de una madre a su hijo muerto en la insurrección en Silesia de 1919. El texto del primer movimiento procede de la Edad Media y se conserva en el monasterio polaco de Santa Cruz:
Mi querido hijo, mi predilecto,
comparte las heridas con tu madre.
Ya que he sido yo, querido hijo,
quien te ha llevado en el corazón,
y quien tan fielmente te ha servido.
Háblale a tu madre para hacerla feliz,
pues ya me abandonas, dulce esperanza mía. El segundo está basado en la estremecedora oración escrita en 1944 en la cárcel nazi por Helena Wanda Błażusiakówna de 18 años:
Mamá, no llores, no.
Inmaculada Reina de los Cielos,
apóyame siempre.
Ave María, llena eres de gracia Sobre este texto, Gorecki decía: «En la prisión, toda la pared estaba cubierta de inscripciones que clamaban: ‘Soy inocente’, ‘Asesinos’, ‘Ejecutores’, ‘Liberadme’, ‘Salvadme’, etc. Todo era chillón y banal. Los adultos escribían este tipo de mensajes, pero he aquí una chica de dieciocho años, casi una niña. Ella es diferente. No desespera, no llora, no exige venganza. No piensa en sí misma, en si merece o no este destino. En cambio, piensa en su madre, que es quien experimenta la verdadera desesperación. Esta inscripción es algo extraordinario. Y realmente me fascinó» El tercero concluye con el canto de una madre que ha perdido a su hijo:
Oh, cantad para él,
pajarillos cantores de Dios,
porque su madre
no puede hallarlo.
Y vosotros, florecillas de Dios,
floreced a su alrededor,
para que al menos mi hijo
pueda disfrutar soñando. Sobre estos textos lúgubres, desde el mayor sufrimiento, desde el profundo dolor de la muerte, desde la soledad de la injusticia, la música lenta, profunda y bella, intensamente bella, nos lleva desde la oscuridad a la luz, desde la injusticia al perdón, desde el sufrimiento a la gracia redentora. Quizá por ello, es tan cercana al alma estas lentas notas de la sinfonía de Gorecki; un hombre que había perdido a muchos de sus familiares en los campos de concentración y que había sufrido la desoladora dictadura comunista. Porque esta música hace círculos y también es como flechas que arden en el corazón y luz que te hace mirar místicamente más allá. Os invito a escucharla y a disfrutarla con la humilde y paciente espera del aprendizaje, del descubrimiento. Muchos ya lo hicieron, la grabación que hizo la London Sinfonietta, dirigida por David Zinman, vendió más de un millón de copias en 1992. Así que no me extrañaría que a ti también te conmueva.
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