♦ Es la arquitectura modernista la gran olvidada en Sevilla. Si no muchos, la ciudad tiene un interesante conjunto de edificios que los sevillanos deberían reconocer.
La introducción del modernismo en Sevilla surgió gracias a una nueva burguesía deseosa de mostrar su posición y a una generación de arquitectos que querían abrirse a las nuevas corrientes europeas. En sus inicios, se manifestó en el arte decorativo, incorporándolo a obras decimonónicas; éste es el caso de la Joyería Reyes.
En 1903, Gómez Otero construyó en Jerónimo Hernández, 18-20, la primera obra modernista en Sevilla. En 1904, su yerno, Aníbal González, levantó la fachada del sagrario de la iglesia del Santo Ángel, cercana al modernismo catalán. En su etapa modernista, Aníbal González realizó obras como el desaparecido Café París en la Campana con su espléndida torre de hierro y cristal o como los edificios gemelos de Alfonso XII, 27-29, con su imaginativa decoración. En sus edificios industriales, como la Fábrica de Enrique Ramírez en Torneo, 26 (1909), la necesidad funcional acercó a Aníbal González al secesionismo vienés.
En 1905, Barris y Bes realizó la casa de Tomás de Ibarra, 9, y, en 1908, Espiau edificó la vivienda de Orfila, 11; era el momento en que esta estética tuvo mayor auge en la ciudad, aunque ya pronto sería vencida por el estilo regionalista.
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Hola Juan Pablo:
Haciendo un trabajo para la asignatura de Urbanismo de la licenciaura de Humanidades con la que lucho desde hace unos años, me he encontrado con un comentario tuyo a una entrada sobre el Pasaje de Valvanera publicado en el excelente blog Sevillanadas. A raiz de esto, he visitado el tuyo y te felicito por su extrordinaria calidad. Estoy muy cogido con los examenes pero prometo volver con asiduidad.
Un abrazo.
Muchas gracias, Juan Ramón.