Situado en la calle Arrayán, a las espaldas de la iglesia de Omnium Sanctorum, la casa de los marqueses de la Algaba, en la que destaca su balcón gótico mudéjar, fue levantada hacia 1474. Como otros edificios palaciegos, imita la tradición mudéjar del palacio de Pedro I en el Alcázar.
Fue mandado construir por el primer señor de la Algaba, Juan de Guzmán, y por su hijo Luis. La casa perteneció a la familia hasta la desaparición del mayorazgo en 1882. Ejemplifica bien, desde entonces, la tumultuosa vida del caserío sevillano; se utilizó como teatro, casa de vecinos, almacén e, incluso, sus jardines, como cine de verano. Finalmente, fue restaurado por el Ayuntamiento para usos municipales. Muchas edificios históricos no tuvieron la misma suerte y sucumbieron a la piqueta de un supuesto progreso.
Tenía un arquillo que unía el palacio con el coro de la iglesia de Omnium Sanctorum de la que eran patronos. Como los demás que había en la ciudad, se derribó en el siglo XIX
El Marquesado de la Algaba es un título nobiliario español creado por el rey Felipe II en 1568 a favor de Francisco de Guzmán, hijo del IV Señor de La Algaba.
P.D.: Los textos que ve en este artículo y en otros de la bitácora sobre las casas de nuestra ciudad son de mi autoría, sin embargo, en noviembre de 2012 hemos publicado Casas Sevillanas desde la Edad Media hasta el Barroco con textos de uno de los máximos expertos en arquitectura sevillana, el catedrático Teodoro Falcón.