La iglesia de San Nicolás se construyó tras la reconquista fernandina. Conserva en gran medida las formas del tipo parroquial mudéjar; sin embargo, ha sufrido numerosos cambios durante su dilatada historia. Su torre se levantó en 1496 sobre el alminar islámico, siendo el campanario de principios del XIX. Dos portadas se abren al exterior, una es gótica y la otra es obra de Hernán Ruiz II de 1555. La planta es casi cuadrada, de tres naves, siendo la central más ancha y alta: la cubre un bello artesonado manierista. El retablo mayor lo talló Jorge Mejía entre 1720 y 1723; lo preside un San Nicolás labrado por Gómez de Sandoval, quien también intervino en otras obras del templo. Destaca la capilla del Bautismo, construida por Hernán Ruiz II con la colaboración del escultor Sebastián Peñarredonda, por encargo del obispo Leopoldo de Austria.