Esta casa se edificó en 1725, tal como aparece rotulado en su portada. La mandó levantar Nicolás María Villa, descendiente, como tantos otros sevillanos, de genoveses afincados en nuestra ciudad. A sus expensas se labró el retablo de San Carlos Borromeo en la cercana parroquia de San Nicolás, donde se encuentra el panteón familiar. Tal como nos ha llegado en la actualidad, su planta es menor a la original, ya que se le segregaron varias fincas. La casa medianera, la nº 11, nos deja observar este hecho y comprobar como se mantiene en ésta, en gran medida, el diseño original.
La casa fue propiedad del arquitecto Juan Talavera y Heredia quien, entre 1938-39, reformó el edificio.
Es, por tanto, esta casa un ejemplo de como las casa históricas sevillanas han ido siendo modificadas por sus propietarios, en muchas ocasiones con malos resultados, se han vendido parcialmente y, en el peor de los casos, demolidas.