Gracias, Javier Torres, por tu fantástico artículo sobre nuestro cuento, ÁNGELA de la CRUZ, MADRE DE LOS ABANDONADOS, y por frases como éstas: «Este libro preciosista, o cuento, es una de las más bellas novedades editoriales que han caído en mis manos»

«El binomio que toma las riendas del proyecto se recrea en la hermosura de la historia de la forma más entrañable como es contar una historia con el gusto suficiente para alcanzar el objetivo marcado desde un principio, que no es otro que el de ganar los corazones de los lectores, quienes deberían adquirir la obra para leerla y luego narrarla a sus hijos».

«Es mi deseo adquirir el resto de libros ilustrados de esta colección de vidas de santos para seguir divulgando su meritoria presencia en las librerías teniendo en cuenta los tiempos que corren, tiempos en los que, entre otras cosas, se necesita fortalecer la fe y aprender de quienes la derrocharon a espuertas.

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Otros cuentos publicados:

Miguel Mañara, el rico que que sirvió a los pobres; Ignacio de Loyola, el soldado de Dios; y Clara de Asís, la dama pobre

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Os dejo aquí su artículo en el Diario de Pasión:

La vida de Madre Angelita en su versión más vibrante

Con el título de Ángela de la Cruz, Madre de los abandonados, la editorial Maratania nos hace un regalo digno de elogio en el que los textos de Juan Pablo Navarro se reflejan a la perfección en las bellas imágenes de Teresa Guzmán, consiguiendo la perfección de una obra, otra más de la serie, que no podemos dejar de reseñar en Diario de Pasión.
Es cierto, y al mismo tiempo curioso, que la vida y obra de Ángela Guerrero no hayan sido llevadas a la pantalla; ni tan siquiera han visto su refrendo en la literatura (escasas publicaciones entre las que destaca un interesante recorrido por la Sevilla de Madre Angelita disponible en la iglesia de Santa Catalina), pudiendo una novela haber sido justo premio a un guión que solo necesita narrar hechos constatados.
Consciente de la carencia, el binomio que toma las riendas del proyecto se recrea en la hermosura de la historia de la forma más entrañable como es contar una historia con el gusto suficiente para alcanzar el objetivo marcado desde un principio, que no es otro que el de ganar los corazones de los lectores, quienes deberían adquirir la obra para leerla y luego narrarla a sus hijos.
¿Acaso no se perpetúa así la tradición?¿No es de este modo cómo surgen las leyendas? Pero todo aquello que llevó a esta «joven» a ser beatificada y canonizada, ya no es leyenda sino una Verdad, con mayúsculas, la de un diálogo permanente con Jesús Crucificado, guía y modelo, ejemplo y camino por el que discurrir en auxilio de los semejantes.
Uno de los signos con los que Jesús, o Dios, se hace patente en la iglesia y en sus ceremonias es la Cruz Parroquial, la misma que preside altares y abre cortejos.

En ella podemos distinguir la talla de un crucificado o simplemente estar compuesta con dos travesaños de madera con los que representar a Aquel que dio su vida por nosotros.
Es Jesús en el prójimo, en el débil, en el necesitado. Y Ángela comprendió el mensaje desde el principio y quiso ser crucificada frente a su Señor.
La historia de Ángela Guerrero, Madre Angelita, comienza en una pobre casa del barrio de Santa Lucía pero ¿sabemos más detalles de su vida?¿conocemos quién fue el padre Torres? ¿Qué ocurrió en la calle Enladrillada que cambiaría la vida de esta modesta mujer?
Todos aquellos que en el año 2003 asistimos a la procesión triunfal de la urna con el cuerpo incorrupto de Madre Angelita bajo una lluvia de pétalos de rosa y cantos angelicales de las hermanas de la congregación, comprendemos que su vida fue ejemplo de entrega, milagro y ejemplo a seguir.
Este libro preciosista, o cuento, es una de las más bellas novedades editoriales que han caído en mis manos, y por ello insisto en que sea adquirida, pues se enriquecerán nuestra biblioteca y nuestras almas a un mismo tiempo.
De hecho es mi deseo adquirir el resto de libros ilustrados de esta colección de vidas de santos para seguir divulgando su meritoria presencia en las librerías teniendo en cuenta los tiempos que corren, tiempos en los que, entre otras cosas, se necesita fortalecer la fe y aprender de quienes la derrocharon a espuertas.
Ángela de la Cruz (1846-1932) es una de las santas más queridas y veneradas. Fundadora de las Hermanas de la Cruz, es llamada popularmente como «Madre de los Pobres».
Sigamos su ejemplo y entreguémonos a los demás. porque ahora más que nunca somos importantes y el prójimo nos necesita.
Francisco Javier Torres Gómez