En la fachada principal destaca la portada flanqueada por dos columnas toscanas de ladrillo que sostienen al balcón central. Sobre la puerta, adornada sus jambas con molduras, se lee la inscripción del año de su construcción, 1780. El conjunto de elementos que configuran la fachada le proporcionan movimiento y volumen, siendo una de los más singulares de su época.
Como ocurrió con numerosos palacios, conventos y otros edificios, se reutilizó como casa de vecinos para personas de escasos recursos. Tras una etapa de abandono, en la que llegó a estar amenazado de ruina, entre 1989 y 1991, José García Tapial y León Juan García Gil dirigieron las obras de rehabilitación para dedicarlo a usos públicos.
Juan Pablo Navarro
Maratania
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