Entre los pabellones que se construyeron para la Exposición Universal de 1992 tiene un lugar destacado el de Finlandia, lleno de sugerente belleza y significado. Se inspira en la Garganta del Infierno, “Helventinkolu”, una roca partida en dos por efecto de la erosión que se encuentra en el desierto ártico, origen de antiguas supersticiones.
Los dos edificios que lo forman expresan la tradición y la tecnología. Así, el llamado la Quilla es de madera de pino finlandés, realizado según la técnica tradicional de construcción de barcos. El otro, llamado la Máquina, es una estructura metálica de módulos prefabricados. Los dos edificios forman una “garganta” de 15 m. de altura y 35 m. de longitud en donde se sitúa la rampa por la que se entra al pabellón. El proyecto se debe a Juha Jääskeläinen, Petri Rouhiainen, Matti Sanaksenaho, Jari Tirkkonen y Juha Kaakko.